Vale, lo admito, de vez en cuando recordando momentos
con él aún sonrío y pienso que sería de mi si todo siguiera así. Y que cuando
miro sus fotografías todavía a veces, pero solo a veces, me da por llorar. Pero
también admito que es muy de vez en cuando y que ya casi no le echo de menos,
que sola se está mejor que mal acompañada, y que los malos amores tarde
o temprano, se olvidan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario